lunes, 17 de junio de 2013
La señora
Había una vez una señora muy soñadora pero algo distante. Ella era insistente con sus deseos y pedidos. Una mañana con el suave y placentero sonido de los pájaros, la soñadora amaneció con una cara bastante triste... Entonces, necesitaba la compañía de las amigas. Decidió ir a su club donde normalmente se reunían. Al llegar, comieron el típico sándwich de los sábados. A pesar de la reunión, ella seguía sintiendo algo de melancolía y tristeza. Pero igualmente no le disgustaba tener su típica monotonía de juntarse todos los sábados. En un momento, las amigas comenzaron a sentir algo de aburrimiento, pero su imaginación las llevo a inventar juegos divertidos que quitaron la tristeza de la soñadora.
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